jueves, 17 de mayo de 2012

¿Cómo me convierto en un buen empresario? Bert Hellinger

(del libro: La práctica del asesoramiento empresarial) Primero: En la medida en que tenga algo para ofrecer que le sirva a los demás. Cuanto ellos más lo necesitan más importante será lo que yo tenga para ofrecer. Entonces nada se opondrá al éxito. ¿Qué es lo que distingue a un empresario? El tiene lo que otros necesitan y lo pone a su alcance. Cuanto más tenga de lo que los otros necesitan mayor será su prestigio y su éxito. Conclusión: Un empresario presta servicios. Cuanto más importante sean sus servicios mayor será su influencia. Segundo: Un empresario necesita asistentes. El tiene que rodearse de empleados y formarlos y guiarlos correspondientemente para que ellos de la mejor manera posible produzcan y distribuyan aquello que él tiene para ofrecer. O sea que lo que él tiene para ofrecer lo tiene que producir y también vender. Tercero: Un empresario debe conducir. El conduce a través de sus ideas. El conduce a través de la fabricación. El conduce a través de la venta y todo lo que ella requiera. Cuarto: Un empresario se enfrenta a la competencia. A través de la competencia él mejora su producto. De esa manera él sirve mucho mejor a quienes lo necesitan. Quinto: El empresario defiende su empresa contra abusos y la protege convenientemente. El permanece seguro de sí mismo e independiente. Sexto: El empresario sabe que de alguna manera depende de otros con quienes debe obrar conjuntamente. El sabe como ganarlos y conservarlos. Séptimo: El empresario se alegra de su éxito ya que su éxito produce felicidad. Cuando el empresario es feliz y lo muestra a los demás también se alegran sus empleados y con ellos también sus familias. Octavo: Un empresario está con muchos otros en una sociedad solidaria. El sabe que la felicidad de muchos depende de su éxito. Por eso y con la asistencia de muchos que lo ayudan él aumenta ese éxito para así garantizar los medios de subsistencia para muchos. Noveno: Un empresario entrega la empresa a los sucesores aptos en el momento indicado. El permite la libertad de movimientos que ellos necesitan para ser exitosos. El continúa siendo el alma de la empresa. Su buen espíritu sigue teniendo influencia en ella. Décimo: Un empresario permite el desarrollo que su empresa tiene que tomar, aun cuando éste difiera de sus ideas. El entrega la empresa al devenir del tiempo, que también lo trasciende a él, y la observa satisfecho.

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