sábado, 14 de agosto de 2010

Ayuno de palabras, que buen remedio es...

Cuando me dijeron por primera vez hace dos meses atrás que tenía las cuerdas vocales inflamadas, que debía tomar reposo estricto so pena de quedar afonico y dañarse las cuerdas mi ego pensó: "que vá! si yo vivo de hablar! de comunicarme!, y vienen a decirme que me calle? jejeje



Cuando dejamos que este "sabelotodo" se interponga en nuestra vida, que menudos problemas se aparecen, luego de varios talleres y encuentros mis cuerdas vocales se resintieron y tuve que parar, me di cuenta que mi ego desequilibrado se estaba apoderando de la escena y decidí conscientemente tomar el reposo recomendado, y que maravilla! Cuando nos damos el permiso de escuchar lo que nuestro cuerpo, nuestro ser interior nos quiere decir, suceden cosas hermosas, se dió la oportunidad de estar totalmente solo en mi casa, ya que el resto de la familia esta de viaje, he salido poco y las veces que lo he hecho ha sido con tremendas experiencias que me han llevado a reflexionar mas sobre el poder de la palabra, de la forma como la uses.



Un gran amigo, Ramón Brito, nos decia en sus talleres "Tu Palabra es tu Poder" y cuanta verdad hay en esa frase, cuantas veces construimos o destruimos a través de la palabra? cuantas veces solo el hecho de decir si o decir no, genera cambios importantes en nuestras vidas?, incluso cuando estamos compartiendo con la pareja, amigos, familia, cuantas de nuestras palabras influyen positiva o negativamente, aun sin darnos cuenta de ello?



Pues sí, somos los poderosos co-creadores con nuestras palabras. Son un puente fino que puede generar consecuencias importantes en nuestra vida y la vida de otras personas, por eso debemos aprender, como dicen en los 4 acuerdos y otras lecturas trascendentales: la impecabilidad, el cómo y en que momento hablamos, si lo que decimos ayudará o no, inclusive si cuando callamos es sabio o realmente necesario, a veces por no decir las cosas tambien es perjudicial.

Aqui en este punto de inflexión es complejo y arriesgado decir que la mejor palabra es la que no se dice, a veces hay que decirla porque corremos el riesgo de ser complices por omisión.



He aprendido que el que mas habla también es el que más yerra, ahora es oportuno reflexionar de que manera puedo yo ser asertivo? cómo logro ese equilibrio entre la palabra asertiva y la verborrea insana?



Lo que les puedo decir, basado en mi experiencia, es que se observen cuando hablan, conviertanse en el amoroso observador de sus palabras, cómo, cuando, a quién, cual es el sentimiento que les embarga cuando dicen lo que dicen, desde ese punto podrán notar todo aquello que pueden mejorar y mejorar! escriban lo que piensan y luego lean sus escritos, noten que energía se plasma en sus palabras, aparte que es una manera de transmutar energías indeseadas antes de manifestarlas.



Tomen la primera oportunidad para escuchar solamente, solo escuchen, aun cuando no estén de acuerdo con lo que se dice, escuchen y observen el poder que tienen las palabras para cambiar situaciones plácenteras en conflictivas y viceversa, solo sean observadores y descubrirán que parte de ustedes entra en conflicto y cómo pueden armonizarlas.



Descubrirán lo poderoso que es la escucha amorosa en silencio, incluso notarán que los ruidos y/o sonidos generados por otros influyen tanto como una palabra, un refunfuñar, el hastío, la rabia, el suspiro, el anhelo, todo esta involucrado para generar un estado de ánimo determinado, en un momento determinado.



En fin, solamente les recomiendo esta experiencia, tan poderosa como hacer Vipassana, tan hermosa y amorosa, que nos muestra la perfección de nuestro ser, aun cuando lo hagamos diferente..



Un abrazo amoroso,

Maverick Torres