jueves, 18 de octubre de 2012

La energía del dinero, Carolynn Myss

Esta nota me pareció coherente y excelente para nuestra situación de prosperidad actual, Carolynn Myss lo describe acertadamente:

Dentro de la psique de cada uno vive un elemento de la prostituta,esa parte de nosotros mismos que posiblemente podría ser dominada por la cantidad apropiada de dinero.

La prostituta interior puede surgir en los tratos de negocios o en las relaciones personales, pero inevitablemente nos encontraremos con ella. El dinero, como la energía, es una sustancia neutra que coge su rumbo de la intención de la persona.
Un aspecto más fascinante del dinero, sin embargo, es que podemos imbricarlo en la psique humana a modo de sucedáneo de la fuerza vital. Por lo general, cuando una persona equipara el dinero a la fuerza vital —sustitución que suele ser inconsciente, las consecuencias son negativas, porque cada céntimo que gasta es también un gasto inconsciente de energía.

La escasez de dinero se traduce, también inconscientemente, en escasez de energía en el cuerpo.

La percepción errónea del dinero como fuerza vital, combinada con una repentina pérdida de dinero, puede activar varios tipos de crisis de salud: cáncer de próstata,
impotencia, endometriosis, problemas ováricos, dolor en la parte baja de la espalda o ciática. El hecho de que tantos trastornos físicos generados por apuros económicos se manifiesten en los órganos sexuales es una expresión simbólica de la energía del falo, representada por la sefirá de Yesod: el dinero se ha equiparado a la potencia sexual. Hasta cierto punto, todos relacionamos en la psique el dinero con la fuerza vital.

El desafío es conseguir, si podemos, una relación con el dinero en la que éste esté separado de nuestra fuerza vital, pero al mismo tiempo sea atraído hacia nuestra energía de forma fácil y natural. Cuanto más impersonal es nuestra relación con el dinero, más posibilidades tenemos de hacer que su energía entre en nuestra vida cuando la necesitamos.

No podemos negar que el dinero tiene influencia en el mundo simbólico o energético.


Expresiones como «Las palabras no valen, lo que cuenta es el dinero», aluden a la creencia de que lo que la gente hace con el dinero dice más sobre sus motivos que las intenciónes expresadas verbalmente. El dinero es el medio por el cual hacemos públicos nuestros objetivos y creencias íntimos. La energía precede a la acción, y la calidad de nuestras intenciones influye mucho en los resultados.

Las creencias sobre el dinero influyen también en las actitudes y prácticas espirituales. La creencia de que Dios bendice a quienes se esfuerzan por hacer el bien, recompensándolos económicamente, está muy arraigada, como lo está también la de que prestar ayuda económica a otros mediante obras de candad nos garantiza que estaremos protegidos contra la pobreza.

Estas y otras muchas creencias del mismo género reflejan la idea más elevada de que Dios se comunica con nosotros mediante nuestras finanzas y, a la inversa, de que nosotros nos comunicamos con Dios mediante actos financieros. Que estas actitudes estén basadas en la mitología o la verdad no hace al caso.

Creemos en esas sentencias, y por ese solo hecho deberíamos comprender que hemos ligado el dinero con la fe. La relación más sabia que podemos tener con el dinero es considerarlo una sustancia que la fe puede aportar a la vida. Anteponer la fe al dinero lo baja de categoría, convirtiéndolo de jefe en servidor, que es su puesto apropiado. La fe que trasciende al dinero libera a la persona para seguir su orientación intuitiva sin conceder una autoridad innecesaria a las preocupaciones económicas.

Evidentemente, mientras formemos parte del mundo físico hemos de respetar su código de honor respecto a las deudas y los pagos, y adoptar una relación sensata con el dinero, pero, aparte de eso, éste no merece más atención.

El solo hecho de comenzar a establecer esa fe es una señal de madurez espiritual. Una persona espiritualmente madura puede actuar según una orientación que a una persona motivada por el dinero le parecería tonta o arriesgada.

En muchos mitos espirituales, el cielo se comunica con la persona que tiene fe y luego la dirige proveyéndola diariamente de «maná del cielo» para que pueda realizar la tarea asignada.

Estos mitos tienen mucho del sentido simbólico de la sefirá de Yesod. Parte del maná recibido incluye energía económica. En ninguna parte de la literatura espiritual, que yo sepa,se cuenta el caso de alguien que haya lamentado seguir la orientación divina.

Andrew, de veintisiete años, vino a verme para que le hiciera una lectura porque tenía un sueño recurrente y necesitaba ayuda para interpretarlo. En el sueño se trasladaba a Montana. Puesto que nunca había estado en Montana, allí no tenía ni trabajo, ni casa, ni amigos, ni contactos.

Trató de desechar el sueño, como si fuera una escena de película que se hubiera alojado en su inconsciente.
Pero poco a poco el sueño le fue produciendo la sensación de que su único motivo
para continuar en el trabajo que realizaba eran los beneficios económicos. Me preguntó cómo interpretaba yo el sueño. «Yo consideraría seriamente la posibilidad de marcharme a Montana», le contesté. Él me dijo que jamás había estado en Montana y que no tema el menor deseo de ir allí. Le sugerí que hiciera un viaje a Montana sólo para ver cómo le sentaba el lugar. Me dijo que lo pensaría y que me mantendría informada.

Unos seis meses después recibí noticias suyas. Seguía teniendo el mismo sueño, pero había aumentado la sensación sobre los beneficios económicos y ya lo hacía sentirse como una prostituta. Él se consideraba un hombre de honor, y cuando el sueño le insinuó que estaba comprometiendo su honor le resultó difícil soportarlo. Lo animé nuevamente a visitar Montana, aunque esta vez le dije que hiciera el viaje tan pronto
como pudiese. Me dijo que lo pensaría seriamente. A la mañana siguiente me
llamó para decirme que había dejado su trabajo.

Ésa mañana, al entrar en la oficina, la sensación fue tan fuerte que no tuvo más remedio que actuar.

Cuando anunció que se trasladaba a Montana, sus colegas creyeron que había conseguido un puesto estupendo allí. Él les dijo que no, que no sólo no tenía trabajo ni promesa de trabajo allí, sino que en realidad seguía un sueño.
Antes de que hubiera transcurrido un mes, Andrew se trasladó a Montana.
Una vez allí, decidió alquilar una habitación en la casa de una pareja propietaria de un rancho. Necesitaban ayuda en los quehaceres del rancho y lo contrataron.

Una cosa condujo a otra, y a medida que pasaban los meses, Andrew cada vez trabajaba más con las manos que con la cabeza, una experiencia que era nueva para él. Cuando llegó la temporada de vacaciones navideñas, decidió quedarse con sus nuevos amigos en lugar de ir a su ciudad del este.

Los rancheros tenían una hija que fue a visitarlos por Navidad. Al verano siguiente, Andrew estaba casado con la hija, y durante los cinco años siguientes aprendió a administrar el productivo rancho, que finalmente heredarían él y su esposa. Al seguir su sueño, Andrew se declaró un hombre libre, se diera cuenta o no.

Sus actos fueron como una declaración ante el cielo de que para él era más importante enfrentarse a lo desconocido que comprometer su honor por la seguridad económica. A cambio recibió mucho más de lo que jamás había imaginado.

Dados los numerosos mensajes sexuales negativos que forman parte de nuestra cultura, no es fácil desarrollar una vida sexual sana, como ilustra el siguiente caso.

Allen, de veintiocho años, vino a verme para que le hiciera una lectura. Me dijo que las mujeres le daban mucho miedo y que necesitaba comprender por qué. Cuando le hice la evaluación vi que era impotente, y recibí fuertes impresiones de que él se consideraba un pervertido sexual; sin embargo, no tuve la impresión de que hubiera acosado o abusado de alguien. Su energía tampoco era la de alguien que ha sido acosado sexualmente de pequeño, por lo que las imágenes me parecieron muy confusas. Durante la conversación le expuse mis impresiones y le pregunté por qué se consideraba un pervertido sexual.

Me dijo que cuando era adolescente él y otros chicos participaron en lo que él llamó una «paja en círculo», es decir, un acto de masturbación en grupo. De pronto, la madre de uno de ellos entró y se puso a gritarles que eran unos pervertidos y que debería darles vergüenza hacer eso. La mujer llamó a las madres de todos para contarles el incidente y después al director de la escuela. Les dijo que no se podía confiar en esos chicos y que había que vigilarlos para que no se acercaran a las chicas ni a los niños pequeños.

Las habladurías se extendieron por toda la ciudad y durante el resto de los años escolares todos ellos fueron rechazados socialmente. En cuanto se graduó del instituto, Allen se marchó lejos, pero por entonces ya se creía un pervertido sexual.
Reconoció que era impotente y me dijo que aún no había salido con ninguna chica. Yo le comenté que esa masturbación en grupo era algo muy común, tanto que los adolescentes casi podían considerarlo un rito. «No me lo creo», replicó.

Acordamos que buscaría ayuda terapéutica para trabajar ese problema y para comprender que esa experiencia no indicaba perversión sexual. Alrededor de un año después recibí una carta de Allen. En ella me contaba el progreso que había hecho en la terapia. Me decía que estaba empezando a sentirse «socialmente normal», lo que para él era una sensación nueva. Había comenzado una relación con una mujer con quien se sentía muy a gusto, tanto que pudo contarle su experiencia traumática.

La reacción de ella fue de compasión y comprensión, no de rechazo. Allen se sentía optimista, creía que muy pronto sanaría totalmente.

Las energías del segundo chakra sacan sutilmente a la luz recuerdos de los que es necesario liberarse, provocando constantemente el deseo de tomar medidas y actuar para ser más sanos física y espiritualmente. La energía ética El segundo
chakra es el centro ético del cuerpo.

Aunque las leyes están conectadas con el primer chakra, la ética y la moralidad personal residen en el segundo chakra.

La energía de la Sefirá de Yesod y el sacramento de la comunión nos influyen espiritualmente para tener un sólido código ético, induciéndonos a entablar relaciones uno-uno y avisándonos intuitivamente de los peligros de traicionar nuestro código de honor. Los órganos del segundo chakra «registran» todos aquellos actos interpersonales en los que «damos nuestra palabra», hacemos promesas, aceptamos promesas, y nos comprometemos con otras personas.

Un sólido código ético personal irradia un tipo de energía perceptible. Esta parte de nuestra biología también registra las promesas que nos hacemos a nosotros mismos y todo tipo de decisiones para «remodelar» ciertos comportamientos. El orden físico del que se encarga el segundo chakra hace que nos sintamos seguros, y sus leyes, que notemos la existencia de control en nuestro entorno.

La ética y la moralidad del segundo chakra nos proporcionan un lenguaje mediante el cual podemos comunicar lo que aceptamos y lo que no aceptamos en las relaciones humanas.

La ética tiene un enorme poder vinculador: buscamos la compañía de aquellas personas que comparten nuestro concepto del bien y el mal; cuando una persona se desvía de su carácter ético o moral, solemos descalificarla como compañera íntima. También necesitamos que nuestro dios sea un dios ordenado, y siempre tratamos de penetrar el código divino del bien y el mal, la recompensa y el castigo, intentando razonar por qué «les ocurren cosas malas a las personas buenas».

Nos consuela creer que, si falla la justicia humana, la justicia divina se encargará de que todos reciban su «merecido».

Dado que el segundo chakra alberga todos nuestros miedos individuales de supervivencia, hemos construido un sistema jurídico externo que respalda cierta apariencia de juego limpio, esencial para nuestro bienestar.

Ejercer el poder jurídico, o incluso únicamente utilizar el vocabulario jurídico, ofrece una especie de válvula de escape a las presiones que se acumulan en el segundo chakra.

El sistema jurídico, al menos en teoría, es un medio para determinar la culpa y castigar las violaciones; con frecuencia, el veredicto de inocencia se considera una cuestión de honor, y la indemnización económica que recibe la víctima representa la restitución de cierta dignidad personal.

Esta dinámica es la versión social de la verdad sagrada Respetaos mutuamente.
La necesidad de juego limpio y de ley y orden la sentimos en nuestra biología, donde observamos las leyes físicas de la salud, como el ejercicio, la buena nutrición, la regulación consciente del estrés y cierta medida de coherencia y orden. Estas leyes indican a nuestra biología que estamos físicamente a salvo y confiamos en
nuestro entorno.

La inestabilidad, por el contrario, mantiene constante y a toda marcha el flujo de adrenalina, y en continuo estado de alerta el mecanismo de «lucha o huida». El cuerpo no puede soportar un período prolongado de estrés sin producir reacciones biológicas negativas.

Las úlceras y las migrañas son dos de los indicadores más comunes de que el caos en la vida de una persona se ha hecho insoportable.

Paul, de cuarenta y dos años, es un abogado que acudió a mí para que le hiciera una lectura, según dijo, debido a que el estrés relacionado con su trabajo lo estaba
matando. Cuando le estaba haciendo la evaluación, recibí la impresión de que una energía tóxica estaba tratando de entrar en su segundo chakra, como si algo o alguien intentara dominarlo.

Entonces vi que sufría de dolores crónicos, desde migrañas hasta dolores de espalda, cuello y hombros. Cuando le comuniqué mis impresiones, él las confirmó, diciendo que desde hacía diez años sufría dolores más o menos intensos. Había recurrido a la
terapia, pero no le sirvió de nada. Tomaba analgésicos como si fueran caramelos, lo cual explicaba mi impresión de que algo trataba de dominarlo: le aterraba la idea de convertirse en adicto a esos analgésicos.

El origen de su dolor, le expliqué, era su implacable deseo de que todo resultara
según sus planes. Su obsesión por dominar era tal que tenía que ganar en todo lo que hacia, ya se tratara de asuntos legales, deportes, juegos de cartas o Incluso llegar primero a alguna parte.

Le impulsaba la necesidad de dominar, y al estar tomando pastillas analgésicas lo atormentaba la posibilidad de ser dominado por algo. Pura él, eso significaba perder su sentido del honor. Paul creìa que si algo o alguien lo dominaba, su integridad se vería comprometida; ése era su código de honor personal.

Le sugerí que, puesto que era abogado, debería establecer un contrato consigo mismo en virtud del cual se comprometiera a reordenar su vida paso a paso. Podía lograr que su naturaleza dominante, pero honorable, trabajara con él cambiando poco a poco su necesidad de controlar los resultados. Lo más probable era que la energía generada por cada éxito que obtuviera le aliviaría el dolor. Le encantó la idea, sin duda porque él controlaría el contenido del contrato.

Me dijo que haría el acuerdo inmediatamente y me enviaría una copia por fax. Y eso hizo, al día siguiente. Pasados tres meses, me envió una nota en la que me contaba que había progresado en su curación desde que estaba "bajo contrato» para mejorar. Con el fin de vencer su necesidad de ganar, se había prohibido hacer apuestas.

Sólo permitía que continuara su pasión por ganar en los asuntos jurídicos, donde fuera apropiado. Jamás se había dado cuenta, me dijo, de que todas las personas que lo conocían interpretaban su necesidad de ganar como «una naturaleza odiosamente competitiva». Le estaban desapareciendo los dolores; las migrañas eran menos frecuentes y su espalda había mejorado tanto que ya podía hacer ejercicio.

La historia de Paúl expresa el sentido simbólico de comulgar con uno mismo; es decir, hacer un trato con uno mismo para adquirir salud y equilibrio. Mientras una parte disfuncional de la naturaleza de la persona influya negativamente en el resto del organismo, la energía se irá agotando, dividida en contra de sí misma. Paúl fue capaz de hacer un fructífero contrato consigo mismo y sanar.

Puesto que los seres humanos por naturaleza somos una especie que busca la ley y el orden, caemos fácilmente bajo el yugo de personas que proyectan autoridad y desean dominar. Nuestro instinto de confiaren las personas con quienes vivimos y trabajamos es una prolongación de la energía del Respetaos mutuamente; es antinatural creer que hay que estar mirando por encima del hombro mientras tratamos de crear algo en unión con otros.

Sin embargo, muchas personas hacen mal uso del poder, lo utilizan para dominar en lugar de para apoyar a los demás. Dentro de las relaciones personales es normal crear un conjunto de normas o leyes que ambas partes están de acuerdo en seguir: nada de aventuras extra conyugales, nada de juego, ninguna compra importante sin mutuo acuerdo, etc.

Sin embargo, es energéticamente destructivo establecer normas con el fin de controlar el crecimiento emocional, mental, psíquico o espiritual de otra persona. En general, si una pareja no puede ampliar sus normas y fronteras para dar cabida al crecimiento personal, la relación se desintegra.

Los padres a veces violan espiritual y emocionalmente a sus hijos con el fin de establecer su autoridad paternal. La venganza personal es otro mal uso de la energía del segundo chakra.

El segundo chakra es nuestro centro de defensa propia y de armamento, concebido para ser utilizado alrededor del segundo chakra. Aunque actualmente los diarios están llenos de noticias sobre personas que emplean armas para hacer justicia, con mucha frecuencia el acto de «tomarse la justicia por su mano» tiene su origen en leyes de honor personal, psíquico y emocional, como el deseo de«desquitarnos» cuando alguien nos ha agraviado de alguna manera. La energía de la venganza es uno de los venenos emocionales más tóxicos para nuestro sistema biológico, y es causa de disfunciones que van desde la impotencia hasta cánceres en la zona genital.

El poder personal del segundo chakra SÍ bien la creatividad, la sexualidad, la moralidad y el dinero son formas de la energía de poder del segundo chakra, es también necesario hablar del deseo de poder personal. El poder es una manifestación de la fuerza vital.

Necesitamos poder para vivir, prosperar, funcionar. La enfermedad, por ejemplo, es
la compañera natural de las personas impotentes. Todo lo que atañe a la vida
está, de hecho, ligado a nuestra relación con esta energía llamada poder.

Sentimos una sensación de poder a la altura del primer chakra, cuando estamos
con un grupo de personas a las que, en cierto modo, nos hallamos unidos como por
una corriente eléctrica.

Un ejemplo de este tipo de poder es el entusiasmo de los hinchas deportivos o los que participan en una campaña política; el entusiasmo une a las personas que respaldan al mismo equipo o la misma causa. El tipo de poder del segundo chakra, sin embargo, expresa esta energía en formas físicas, como el materialismo, la autoridad, el dominio, la propiedad, el atractivo sexual…
Escrito por Carolynn Myss, sanadora médica intuitiva

Aqui les dejo también un mantra de atracción de prosperidad:

domingo, 14 de octubre de 2012

La enfermedad nos lleva a la vida

Aunque se lea extraño, es verdad! la enfermedad nos lleva a la vida. Es un mensajero amoroso que nos muestra el camino.


En el libro "Constelar la enfermedad" de Brigitte Champetier de Ribes nos dice: "...La enfermedad es un movimiento del amor del espíritu...solo aparece cuando nos hemos negado una y otra vez a afrontar aquellos conflictos con los que la vida nos retaba". Somos un compendio de historias que nos construyen, nos dan forma como los seres humanos que somos, cuando odiamos, excluimos, cuando nos alejamos excluimos, cuando no miramos excluimos, y a la vez somos excluidos inmediatamente.

La enfermedad es el resultado de nuestro rechazo a la vida y, a la vez, una propuesta para encontrarla.

La exclusión es el verdadero amigo de la enfermedad, es la energía que se instala en nuestro cuerpo para hacernos recordar nuestra divinidad; a cuantos de nosotros nos da gripe cuando estamos tristes o deprimidos? cuantas veces nuestras rabias o frustraciones hacen que nuestros riñones, hígado se enfermen?, y esto inicia cuando excluimos algo o alguien que nos esta llevando a mirar dentro mí, porque a la final es dentro de mi ser donde debo resolver esta historia.

Seguimos con citas de libro: "...La enfermedad en sí es temida, despreciada, desterrada u olvidada por los <>, como lo fueron los excluidos por los <>. Y el enfermo siente el mismo rechazo, enfado y desprecio que sintieron aquellos <>..."

Cuando enfrentamos a la enfermedad con sentimientos de exclusión, lo más seguro es que nos muestre a través de nosotros o de algún familiar en la siguiente generación, aquello que excluimos, se crea un juego excluidor-excluido que puede durar varias generaciones hasta que alguien asume el mirar y honrar la historia e inicia el ciclo de inclusión de aquello que afectaba a los miembros del sistema familiar, entonces allí sucede "el milagro", la enfermedad cede ante la energía más grande, cede ante la mirada de honra y amor que damos.
El orden se restablece en el sistema cuando miramos y honramos a quienes fueron excluidos, por lo que sea que haya sucedido, y esto incluye a todos aquellos <>.

Y cerramos con otro párrafo del libro: "...Cuando alguien decide abrirse a la vida como es, se abre a la conexión con el espíritu. Esta persona dice SI a todos como son, SI a los buenos y a los malos, SI a su vida como es, SI a sus conflictos, SI a la enfermedad como es. En ese momento la fuerza de sanación llega a la persona. El enfermo se transforma en canal de la energía del espíritu, única capaz de producir transmutaciones. Y gracias a esa fuerza de sanación se produce una mutación que es integrada por el campo y transmitida para siempre..."

Allí comienza la sanación, en el espíritu, en ese espacio infinito que todo lo es, cada vez que miramos a la vida, ésta nos provee de todo lo necesario para andar, nos enseña nuestro camino constantemente, y nos muestra también todo aquello que no ha sido sanado de nuestro sistema familiar, sea a través de una pareja, un empleo, amistades, nuestros hijos, y solo cuando decimos SI a todo como es y a todos como son, la vida nos regala todo lo maravilloso que tiene para nosotros.

Digamos SI A LA VIDA...