martes, 27 de marzo de 2012

Conceptos y valores en la terapia de las Constelaciones Familiares

IV. (Ultima parte) Constelaciones familiares
Publicado por Milena Llop

Conceptos y valores en la terapia de las Constelaciones Familiares

Estos son algunos detalles de cómo se abordan ciertos valores desde la óptica del análisis sistémico de las Constelaciones familiares.

EL AMOR
Uno de los ejercicios que se lleva a cabo en la terapia de Constelaciones Familiares es agrupar unas personas en semi-círculo y una de ellas se pone frente de los demás y deja que la examinen, que la perciban y la miren con mucho amor. Mientras dura este ejercicio, la percepción de cada uno de los asistentes cambia según la intensidad de la visión amorosa que emiten.

Se crea un campo de fuerza que interactúa con las sensaciones y emociones proyectadas por el que observa y él que es observado.

A través de este ejercicio se pretende enseñar que se pueden amar a las personas cuando te dejan entrar en su mundo, comunicarte con ellas con la fuerza del amor, pero se recalca que sólo la distancia emocional permite ayudarlas de verdad cuando tienen problemas, porque cuando penetras íntimamente en su mundo, abandonas toda objetividad y las intenciones personales alteran el verdadero objetivo del amor altruista. Una persona que mira con amor pero sin intereses particulares desprende una aureola de paz y bondad que a su vez genera mucha confianza.

LA COMPASIÓN
Sentir compasión genera empatía. Nos permite estar en sintonía y unirnos a otra persona no por interés sino por pura humanidad. La empatía en la terapia es la que surge cuando espontáneamente las personas que escuchan la historia de alguien sienten un respeto y un reconocimiento por su vida y sus experiencias sin emitir ninguna clase de juicio hacia ella.

EL VÍNCULO DE PERTENENCIA
Existe la conciencia de vinculación, la que lleva al ser humano a querer pertenecer a una familia, a una sociedad, una nación, etc., sin este vínculo se siente desvalido; el grupo es el que decide, tanto si es en lo político, en lo religioso o en lo territorial o social, y determina cuáles deben ser las directrices, no sólo de la conciencia grupal, sino también y de forma subliminal, la conciencia personal.

En el modelo de sociedad tribal, cuando un individuo es marginado por el clan, no le hacen falta cárceles ni castigos, el hecho que le nieguen el saludo y lo rechacen es lo peor que le puede pasar, se desvincula del grupo y esta situación le puede llevar al suicidio.
Resulta positivo reconocer los valores de nuestro origen, amarlo y defenderlo, lo malo es cuando se cree que aquello que sentimos y pensamos es un valor absoluto y esa conciencia parcial bloquea el amor hacia los que no pertenecen al mismo grupo, los que son diferentes.

La Constelación revisa estos patrones cuando la persona por ejemplo, ha sido apartada de su lugar en la familia o en la sociedad.

En la terapia se tratan problemas relacionados con la exclusión de personas que dejaron de sentirse vinculadas a su familia o a la sociedad. El propósito de las Constelaciones Familiares es recrear las situaciones para identificarlas y recolocar las cosas en su sitio y así restablecer el orden alterado para permitir al individuo reintegrarse al clan.

LA ENFERMEDAD
La enfermedad es un camino, pero no un fin en sí mismo. La enfermedad tiene que hacernos recapacitar, enfocar el dolor y la muerte con más serenidad, nos enseña a valorar muchas cosas, pero no puede constituir una opción para volcarse hacia una religión o disciplina esotérica, ya que en ese intento se pierde la fuerza que nos incita a luchar por sobrevivir. Afirmar que algo superior es lo que nos salva o nos ayuda, es apartarse de la experiencia de crecimiento que la enfermedad nos propone. No podemos delegar en nadie nuestra responsabilidad frente a esa circunstancia.

LA MUERTE
En las constelaciones se trata de la relación familiar con los vivos y con los muertos porque la presencia de los abuelos y bisabuelos resulta muy activa, sobre todo los que fueron olvidados. Estas relaciones deben recuperarse, para que vuelvan a ocupar el sitio que les pertenece en el rango familiar. Esto ocurre a menudo cuando en una familia hay una “oveja negra”, un abuelo o abuela se portó mal con alguien y su comportamiento deshonró todo el clan. Esa alma sufre y debe liberarse de esa pena. En la terapia se le perdonan las faltas y se le restituye al lugar que tenía que ocupar. Así estos espíritus dejan a la familia en paz y se convierten en una fuente de sabiduría ancestral y de fuerza motor para los vivos.

LAS RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS
Muchos de los problemas emergentes en la terapia de CF derivan de las relaciones poco armoniosas que se dan entre padres e hijos. Según este sistema, los padres deben exigirles respeto a sus hijos para que éstos sepan cuál es su lugar y se comporten como corresponde. Cuando los padres se ponen a la misma altura que sus hijos y no hacen valer su autoridad como padres, producen en éstos un sentimiento de inseguridad, de desarraigo y falta de autocontrol.

Quien lucha contra su padre o su madre invariablemente acabará siendo como él, porque el alma familiar enferma y transmite sus conflictos al grupo. La familia es el vínculo más fuerte que hay y estamos atados a ese destino. De ese vínculo nace tanto el dolor como el amor, por lo tanto, todo lo que enferma o se estropea se puede sanar y reparar con le diálogo del amor.

EL ODIO
Se dice que el odio es la otra cara del amor, pero expresando odio se corta el acceso al amor. En las terapias, lo que se pretende es que la persona pueda expresar su dolor en relación a algo que se le hizo para dar cabida a la reconciliación. Siempre debe haber una salida para el agresor, tanto como para la víctima, para dejarle el camino libre a la redención y al perdón de las culpas.

EL MIEDO
La madre suele securizar al niño para que éste no tenga miedo a que lo abandonen. No obstante, una educación sin miedos es una utopía. Es como cuando los adultos cambian el final de los cuentos para que éstos acaben felizmente. El niño tiene que experimentar el miedo precisamente para no temerlo. Lo que se pretende irradicar sin conciencia de lo que realmente es, suele intensificarse.

EL TRIUNFO
Cuando en una pelea una de las personas se siente triunfadora, acaba siempre haciéndolo en detrimento del otro, porque de lo contrario ya no se sentiría vencedora. Por lo tanto el verdadero éxito es cuando somos capaces de superar y renunciar al sentimiento velado que se esconde detrás de ese triunfo y que resulta ser la frustración del otro.

LA FELICIDAD
La felicidad se manifiesta en nuestras circunstancias desde los primeros momentos de vida. Cuando la madre nos abraza, nos da el pecho, nos sonríe, nos reconforta. Pero esos sentimientos no pueden durar, el ser humano no puede tolerarlos constantemente, el niño necesita estar solo en su cuna, sentir la soledad para volver a generar la felicidad de estar con la madre.

Al crecer el adolescente o el adulto buscan su felicidad en todo lo que les produce satisfacción, pero es un estado temporal, también se aburre de lo bueno y busca los retos, las experiencias que le facilitarán otros estados anímicos. Así es como vivimos la felicidad, de forma transitoria, progresivamente y es lo que le da un valor.

De las experiencias duras nos fortalecemos, aprendemos a luchar, a tomarle el pulso a la vida. Son grandes lecciones de vida que un estado de felicidad permanente no nos podría dar. La plenitud se alcanza después del esfuerzo y la satisfacción que da haberlo superado. Antes de ser maestro hay que ser aprendiz y ahora la gente busca la felicidad sin haber pasado por los estados transitorios de ese aprendizaje que son los que permiten alcanzar la auténtica felicidad, la del alma.

Exposición y análisis de un caso

Este es el caso de una mujer joven que trató de suicidarse y que sobrevivió.

Al configurar la constelación familiar se descubrió que quien realmente quería suicidarse era su madre. Los antecedentes familiares eran que el padre de su madre, o sea su abuelo, se había suicidado ahogándose al tirarse de un puente.

En la constelación y se introdujo a la figura del abuelo muerto junto a su hija, la madre de la mujer joven, para restablecer el vínculo entre ellos haciendo que el suicida reconfortará a su hija diciéndole que se quedaba con ella.

La madre que físicamente se encontraba en otra ciudad e ignoraba lo que estaba sucediendo, en aquel mismo momento estaba paseando a su perro y pasar por el puente donde se tiró su padre y donde rezaba frecuentemente una oración por su alma, y superando su propio miedo encubierto a suicidarse también, sintió de repente una ola de amor, transportada por una especie de fuerza al otro lado del puente, presa de una sensación de bienestar inigualable, supo que ya podía nadar con la corriente de la vida, se sintió liberada de toda su pesadumbre.

Su propia hija tampoco volvió jamás a intentar suicidarse. Este es un caso de “prefiero morir antes que tú”....

Conceptos, elementos de una constelación familiar

III. Constelaciones familiares
Publicado por Milena Llop

Conceptos, elementos de una constelación

Las Constelaciones se establecen sobre aspectos bien definidos. Uno es el del orden. La sucesión natural ha de ser respetada, de atrás hacia delante, del pasado hacia el futuro y de arriba hacia abajo. La secuencia generacional es esencial.

Cada uno de los integrantes de la familia, padres, abuelos, hijos, parejas, etc., debe asumir el papel que le corresponde y no suplantar a nadie, cargando con responsabilidades que no le pertenecen. Hijos que hacen de pareja de sus padres o de padres de éstos, abuelos que no hacen de abuelos sino de padres, madres que delegan en hijos, tíos u otros parientes, etc.

Los roles cambiados terminan por producir problemas de fondo en el alma familiar, marcando un patrón de comportamiento que puede repetirse a lo largo de generaciones, impidiendo a los miembros del clan familiar conseguir la plena satisfacción en cada uno de sus papeles. Se manifiestan muchas culpas ocultas, inconscientes.

Esos sentimientos, cuando no son superados y reparados, son los que más daño hacen a una relación. Deben limpiarse y curarse mediante el perdón de todas las partes implicadas. Es aplicar la fuerza del amor en todas sus dimensiones.

Las dinámicas de fondo sobre las cuales se basan las Constelaciones Familiares son tres:

• La del“ Te sigo hasta la muerte”
• La del “prefiero morir antes que tú”
• La de la “expiación de una culpa personal”

La primera, “te sigo hasta la muerte” es la de una persona que se siente vinculada hasta el punto de querer morir para estar con un familiar que le precedió. Es el caso de un hijo que inconscientemente siente que la pérdida del padre es tan injusta e irreparable, que en su interior no puede cargar con la culpa de estar vivo y el padre muerto.

Siente la necesidad de seguir a su padre hasta la muerte y una parte de sí mismo desea morir por no creerse con derecho a vivir.

Esta culpa puede manifestarse en un creciente desequilibrio que se traduce en una autodestrucción, en una falta de ilusión o voluntad a lo largo de la vida o directamente con una obsesión por las situaciones de peligro que encubren un deseo de suicidio.

La segunda, “prefiero morir antes que tú”, se da, por ejemplo, cuando un hijo siente sufrir a su madre por la pérdida de un ser muy querido, como la de un hijo, o cuando se ve impotente ante los maltratos que puede padecer su madre, sean físicos o psicológicos.

El hijo siente que él es una carga suplementaria para su madre y cree que si no estuviese, ésta se sentiría más libre. Se genera un sentimiento inconsciente que deriva en: “prefiero morir antes que tú y no verte sufrir”, no puedo presenciar tu dolor.

Este niño puede generar enfermedades o desequilibrios emocionales importantes que repercutirán a lo largo de su vida en algunas patologías crónicas o en un creciente sentimiento de apatía y decepción por la vida. Las depresiones son en muchos casos consecuencias directas de estos problemas emocionales.

La tercera, “la expiación de una culpa personal” se da ante la incapacidad por restablecer el orden alterado en una circunstancia grave acaecida en la familia. El individuo genera unos sentimientos de culpa tan fuertes que piensa que su vida vale muy poco, que no merece vivir y busca sacarse de en medio para liberarse de esos sentimientos tan agudos de culpabilidad del alma familiar, ya que para estas personas la muerte representa la salvación. En estos casos el suicidio puede ser lento ya que conlleva una progresiva autodestrucción.

El consumo de drogas, el alcoholismo, el sentimiento que sólo se vive una vez y que hay que experimentarlo todo al límite, la falta de disciplina y de respeto por la propia salud son algunas formas encubiertas de llevar el cuerpo y el alma a la saturación absoluta, no quieren seguir viviendo.

No obstante, el consumo de drogas o alcoholismo puede analizarse bajo otro prisma y es el del sentimiento de vergüenza o rechazo que se siente hacia el padre cuando se busca el reconocimiento y el respeto de éste y no se encuentra.

El orden armonioso de la relación paterno-filial exige que el padre que da la vida permite al hijo existir y debe reconocerlo, ayudarlo, encaminarlo, ser su guía y protector. Cuando este orden se altera y el padre no cumple con su función, el hijo lo siente como un desprecio y la compensación moral y psicológica puede llevarle a cometer numerosos errores, abusos, etc.

Como el padre no se compromete, no es perfecto a los ojos de su hijo, el hijo toma el papel del padre, se vuelve irresponsable y así, a nivel inconsciente, se siente a la altura de progenitor. Este conflicto a menudo se traduce en la imposibilidad aparente de amar al padre, aunque existe el deseo interior de hacerlo.

Es un drama familiar de primera magnitud, una herida muy profunda que lleva al hijo a huir de una realidad dolorosa y buscar refugio en un universo paralelo, en el mundo de las drogas o de la delincuencia.

¿En qué casos puede aplicarse la terapia de las Constelaciones Familiares?

En todos los casos en que se detecte una perturbación de la vida familiar como origen de los conflictos que vivimos a diario. Se demuestra muy efectiva en situaciones de violencia, de duelo, de separaciones, de abandonos, de pérdidas de estatus social o profesional, de accidentes, de abortos, de crímenes o enfermedades crónicas o de problemas sentimental o social.

La importancia de este revolucionario método terapéutico es que es rápido y nos ayuda a identificar los problemas enquistados desde hace generaciones y que dificulta el flujo organizado de la vida.

Tras una terapia de Constelación empiezan a sucederse cambios repentinos en la actitud de las personas involucradas. Surgen soluciones dónde no parecía haberlas.

El proceso sanador comienza con la desprogramación de todo aquello que creemos de nosotros mismos y que ha creado nuestras propias limitaciones. Esa liberación permite al alma familiar aligerar sus cargas y a la persona reencontrar el equilibrio interior.

El grupo familiar, la cuna de las emociones, constelaciones familiares

II. Constelaciones familiares
Publicado por Milena Llop

El grupo familiar, la cuna de las emociones

Los grupos familiares son sistemas abiertos que tienden a autorregularse para asegurar su supervivencia. Sevinculan con otros sistemasfamiliares para crear nuevos grupos, clanes,comunidades, sociedades y naciones. Todos ellosse nutren de sus virtudes pero también adquieren sus defectos.

Cada ser humano lleva inscrita toda la información de las vidas de las que procede a todos los niveles, emocional, psíquico, físico y espiritual. Es la herencia quese encuentra impresa en lo más profundo de nuestro ser, en nuestros genes y en el inconsciente colectivo de nuestra familia.

No sólo nos parecemos a nuestros padres y abuelos en el físico o en algunos rasgos de carácter, sino que también cargamos con paquetes de información genética y arquetipos de comportamiento que incidirán en nuestra personalidad y la manera en que afrontamos las experiencias de la vida.

Heredamos conflictos no resueltos que se generaron en el pasado y que tenemos que solucionar a fin de que el alma grupal de la familia se cure para permitir que las generaciones venideras no carguen con toda la cadena de errores que se van generando. Es sanar el pasado para liberar el futuro. Formamos parte del destino de muchas personas con las que nos relacionamos a diario y este es un compromiso que las Constelaciones Familiares nos permiten rastrear.

Cuantos más desórdenes se han generando, más dificultades se manifestarán en la vida actual y el individuo puede tener que hacer frente a todo tipo de problemas, desde enfermedades, adicciones o conflictos de relación.

La terapia de las Constelaciones Familiares puede enmarcarse, por una parte, en la teoría de los de los llamados Campos Morfogenéticos de Conciencia, -sistema que propone el científico Rupert Sheldrake-, para entender cómo la conciencia de todo lo que existe, la memoria del universo y la de todos los seres vivos se transmite de ciclo en ciclo a través de un sistema energético de transmisión de información que se encuentra en el ambiente e interactúa con el ser humano.

Podríamos decir que los arquetipos, los mitos, las tradiciones, los ritos que se perpetúan a través del tiempo, más allá de la transmisión oral, también formarían parte de ese paradigma morfogenético, o sea de transmisión de la forma y del carácter (morfo, del griego, morphée, forma; y genético, gennetikós, generación). Es lo que también se entiende por lo que el psicoanalista Carl Jung llamó el Inconsciente Colectivo.

Por otra parte, contempla la teoría de la reencarnación o metempsicosis, la transmigración de las almas. El cuerpo muere pero el alma migra a otro cuerpo que vuelve una y otra vez a la vida hasta alcanzar la perfección.

¿Qué puede solucionar la terapia de las Constelaciones familiares?

La terapia de las Constelaciones familiares consiste en recrear un psicodrama, como una pequeña obra de teatro en la que el consultante elige al azar entre los asistentes al taller, a las personas que pueden representar a su familia, una para el padre, otra para la madre, los abuelos, los hermanos, los hijos, etc., sean miembros de su familia actual o hayan pertenecido al clan en el pasado, se puede escoger un representante para un tío o un abuelo muerto hace decenios pero con el que se tuvo una estrecha relación si el caso lo necesita. También se elige un representante que recrea el constelante. El interesado permanece en posición de observador.

El terapeuta de la Constelación previamente ha entrevistado a los interesados, y con el historial personal en mano, sitúa los personajes escogidos en un lugar determinado de la sala, más o menos alejados unos de otros, según el rol y la importancia que tienen en la vida del que consultante, si están vivos o si están muertos. Ninguno de los presentes, -los actores designados-, conocen el más mínimo detalle de la vida de las personas que representan. Toda esta puesta en escena se realiza de una manera muy silenciosa, con un máximo respeto.

El terapeuta empieza por preguntar a cada uno de los participantes espontáneos cómo se sienten, qué impresiones tienen como padre, madre, hermano, hijo, abuelo, etc. del consultante. Hablan de sus sentimientos, de sus sensaciones, de si se sientes bien, integrados, excluidos, enojados, felices, etc., con respecto al papel que juegan.
Los resultados son sorprendentes.

En el psicodrama, cada uno suele expresar de forma espontánea sentimientos y actitudes propios de la persona a quien representan, sin saber por qué actúan así, son canales a través de los cuales el alma familiar se comunica. El terapeuta interviene tratando de canalizar la información que recibe y crear una sinergia de grupo en la que el perdón, la comprensión, la tolerancia y la reparación de las posibles agresiones y problemas que salen a relucir sean las claves para resolver las situaciones conflictivas.

Se utiliza un ritual gestual, afirmaciones positivas, frases amorosas y curativas con las que se pretende eliminar los desórdenes creados en el alma familiar.Hay algo de mágico en el ritual de las Constelaciones difícil de explicar desde lo puramente racional. Esto resulta bastante increíble para los que asisten al taller. Todo se conecta con todo como en un orden oculto para formar una concordancia absolutamente milagrosa!, los efectos son muy terapéuticos.

La explicación, según Helliger, es que una vez constituidos los sistemas familiares, éstos tienen memoria propia y crean lazos de unión que se conectan con el alma de las personas que les representan. La memoria está pues en el ambiente y se transmite. Los protagonistas de la Constelación pueden sentir lo que les ocurre a las personas que representan aunque éstas estén muertas o a kilómetros de distancia. Este es un hecho que suele desconcertar, pero lo cierto es que cuando salen a la luz la información referente a la familia y a los patrones adquiridos, se sanan.

En ocasiones se necesitan pocas sesiones, otras veces el terapeuta debe insistir. Pero en cualquier caso, lo importante es que la persona no deje de trabajar sobre sí misma, que tome conciencia de lo que tiene que sanar, a fin de conseguir alcanzar la paz y la armonía interior...

martes, 20 de marzo de 2012

Las Constelaciones Familiares como nos pueden apoyar a sanar y crecer?


I. Constelaciones familiares
Publicado por Milena Llop

TERAPIA TRANS-GENERACIONAL
Desde que Sigmund Freud, (1856-1939) fundó en Viena la Escuela de Pensamiento, ofreciendo a través de sus investigaciones un nuevo enfoque al psicoanálisis, la curiosidad del ser humano y su afán por desvelar algunos misterios de la psique, no cesa y es cada día más numerosa la información que nos permite conocer algunas claves de nuestra conducta.

El trabajo terapéutico enfocado al conocimiento del ser, -alma, espíritu, psique-, no sólo se estudia desde la óptica del psicoanálisis tradicional, sino que son diversas las disciplinas que arrojan cada vez más luz en los oscuros laberintos de la mente.

Queremos saber más, conocernos más a fondo, cómo son nuestros mecanismos de defensa, por qué nos comportamos de tal o cual manera, qué influencia nuestro carácter: la educación que recibimos, el ambiente en el que nos movemos; qué nos produce felicidad o nos provoca decepción.

Estas y otras preguntas encuentran respuestas en una de las terapias sistémicas de más auge de estos últimos tiempos, las Constelaciones Familiares. Su creador, Bert Hellinger, (1925), psicoanalista, filósofo, teólogo, nos propone explorar las pautas de nuestro comportamiento mediante un sistema de análisis trans-generacional.

Las Constelaciones Familiares, ¿qué son?

Etimológicamente una constelación es un conjunto de estrellas que forman parte de un sistema dinámico que evoluciona interactivamente.

Analógicamente el ser humano pertenece a una constelación, la familiar, que le proporciona todos los elementos que le permiten relacionarse y evolucionar en el seno del grupo humano. El hombre se rige por unas leyes y patrones adquiridos en ese núcleo familiar, son pautas que se transmiten de generación en generación.

El reconocimiento de un grupo humano como es el de la familia, es un ente que se administra por leyes naturales, sociales y espirituales que Bert Hellinger llama “órdenes del amor”. La transgresión de esas leyes, la falta de amor en la interacción grupal provoca conflictos que afectan al ser humano individualmente pero también a todo el conjunto familiar y social.

La familia es un sistema piramidal. Los modelos adquiridos a lo largo de las generaciones pasadas suelen ser repetitivos y se manifiestan en el presente. Así se reproducen circunstancias análogas en cada familia y si éstas son discordantes, hay que sanarlas y el único modo de hacerlo es a través del amor y del perdón de las faltas cometidas.

LasConstelaciones Familiares se basan en el psicoanálisis y la psicoterapia fenomenológica. Es un hecho que nuestra estructura de carácter se asienta en gran medida en los patrones adquiridos a partir del momento de nuestro nacimiento, e incluso antes, en el periodo intrauterino, en la infancia, la adolescencia, en el núcleo familiar, y aunque pasamos por diversas transformaciones, evolucionamos, cambiamos, estos modelos de base perfilan o inciden de manera muy específica en el desarrollo de la personalidad adulta.

Para que el ser humano alcance un equilibrio interior y consiga relacionarse armoniosamente con su entorno, resulta fundamental tener una relación familiar estable, basada en el amor y el respeto. El intercambio de emociones saludables nos permite obtener mayores satisfacciones y garantías de éxito en el transcurso de nuestras futuras relaciones personales en todos los ámbitos de nuestra vida.

El análisis desde el enfoque trans-generacional de las Constelaciones Familiares nos propone además, ir más allá de estas evidencias, y no sólo buscar en los mecanismos inconscientes de la psique para tratar de descubrir los traumas originados en nuestras primeras etapas de vida, sino también desvelar los misterios ocultos de nuestra historia familiar celosamente guardados en el baúl de los recuerdos.

El alma familiar, presente en cada generación, nos acompaña a lo largo de los ciclos de vida y nos transmite tanto sus dones comos sus fantasmas. Así en una Constelación familiar caben tanto los presentes como los ausentes, los familiares que conocimos, como los que no pero que forman parte de nuestro pasado, más o menos reciente.

Un infanticidio, un abandono, un embarazo no deseado, un aborto, una frustración que ocurrió en el pasado a un familiar cercano no sólo afectó las personas implicadas en el suceso, sino que la historia sigue impertérrita en los anales de la memoria celular y genealógica del alma familiar. Descubrirlo y sanarlo es curar las heridas del pasado, las del presente así como las del futuro generacional.

sigue mañana...