jueves, 23 de mayo de 2013

Reiki a los riñones


Reiki a los riñones

El Riñón.
La medicina tradicional China relaciona la voluntad (Zhi) al Riñón. Este Zhi hace que el individuo que lo posea, tenga la capacidad de realizar proyectos. La falta de Zhi es producida muchas veces por debilitamiento de la energía renal (relacionar con Chakra Nº1), este debilitamiento producirá en el sujeto la falta de capacidad para realizar actos volitivos, e incluso puede llegar a la abulia. Además esa deficiencia de energía renal (aunque no tenga una enfermedad grave) podría llevar al sujeto a morir por no desear la vida. 
El riñón en la medicina china está dentro del los 5 elementos o 5 energías y pertenece al elemento agua.

El Agua en nuestro cuerpo.
El elemento Agua, se enraízan en nuestro cuerpo en dos órganos el Riñón y su entraña, la vejiga.Aquí la función del riñón no concierne sólo al órgano mismo. Engloba las glándulas suprarrenales, así como todo el aparato genital (ovarios, útero,vagina en la mujer, pene y testículos en el hombre). Además, en chino, los testículos se llaman literalmente los «riñones externos». Estas dos vísceras, riñón y vejiga, rigen la fisiología de un órgano de los sentidos, el oído, y por consiguiente la audición. También gobiernan los huesos y la médula de los huesos, la médula espinal y el cerebro. Y bajo el control del riñón están los dientes y todo lo que se encuentra relacionado con ellos.
En el Nei Jing Su Wen, aprendemos que los desequilibrios de la energía del riñón se manifiestan con bloqueos de energía, temblores y edemas. La secreción específica del riñones es por supuesto la orina. Cuando la energía del riñón está baja su emoción fundamental es el miedo. 
También encontramos que la emoción de miedo afecta la energía del Riñón.
La raíz de la vida está en el Riñón.
El riñón almacena el Jing. El Jing representa la energía seminal y la energía esen­cial de vida heredada de nuestros padres en el momento de la concepción. Es la energía del cuerpo. Este Jing se considera como una sustancia de naturaleza Yin, aunque no ten­ga sustrato orgánico.
El Jing está almacenado en nuestros riñones como la semilla que espera, en la noche cálida de la tierra, la germinación de la pri­mavera. Este Jing, sembrado por nuestros padres, antes de nuestro nacimiento, contiene en sí todo nuestro porvenir: nuestro desarrollo y tam­bién nuestra evolución y nuestra desaparición.
De este modo, para los antiguos chinos, nuestros padres no sólo nos trans­miten una estructura material a través de la unión del óvulo y del espermatozoi­de, sino también una energía vital, un programa de vitalidad. El pueblo chino si­gue estando hoy muy atento a esta energía porque de ella depende la vitalidad de todo individuo.
Gracias al Jing, el desarrollo de la vida se consuma: primero se desarrolla el feto, luego se realiza el crecimiento y desarrollo del adulto, y por último, cuan­do el Jing decrece, llegan la menopausia, la andropausia, la vejez y la muerte.
Como energía esencial, el Jing dirige todo este proceso y, como energía se­minal, el Jing lo transmite. Poseer un Jing equilibrado permite tener una función sexual satisfactoria y una aptitud correcta para procrear. Para los chinos, la con­cepción es posible gracias a la «potencia del Jing» de cada uno de los padres.
Como el Jing está almacenado en el riñón, toda insuficiencia de esta energía acarreará una perturbación de la energía del riñón. Del mismo modo, cuando la energía del riñón está deteriorada, el Jing rápidamente disminuye.
El riñón gobierna los huesos y las médulas.
El Jing almacenado en los riñones nutre los huesos y la médula ósea, asegurando una buena calcificación y un nivel satisfactorio de glóbulos rojos en la sangre.
Si el Jing falla, esto puede manifestarse en una desmineralización ósea, en un envejecimiento prematuro de los huesos, en una anemia, así como en caries dentales o descarnaduras, puesto que los dientes en medicina china se llaman el «excedente de los huesos».
Se dice también que una energía de riñón sólida asegura la solidez de la re­gión lumbar. Cuando esta energía es débil, el sujeto sufre dolores de riñón, de lumbalgias reincidentes o crónicas, y difícilmente soporta la posición vertical prolongada, una señal que se encuentra frecuentemente en la mujer durante la menstruación o al final del embarazo y que manifiesta una falta de Jing.
Cuando el Jing está débil, uno vacila y no siente sus piernas seguras porque la energía del riñón gobierna la fuerza de las rodillas y de las piernas. De hecho, hay un proverbio chino que «¡El hombre empieza a envejecer por las pier­nas!». Otra señal de vacío del Jing es tener frío, sentir el frío hasta el interior de los huesos.
La fragilidad ósea debida a la falta de Jing puede manifestarse temprano (mal cierre de la fontanela, raquitismo infantil...) o aparecer con los años (artro­sis, fracturas espontáneas, osteoporosis post-menopáusica...). En todas estas afecciones, conviene tonificar la energía del riñón.
En la medicina china, la médula engloba toda la médula espinal y el cerebro. Por lo tanto este conjunto y todas las funciones están relacionados y se benefi­cian de una circulación armoniosa del Jing: los reflejos, la conciencia, la memo­ria, la concentración, la vigilia y el sueño, y también las secreciones endocrinas dirigidas por la hipófisis y el hipotálamo. Asimismo, en este mismo sentido, el Jing influye sobre el Shen, la conciencia. 
Corazón y riñones se ayudan mutua­mente en un matrimonio feliz entre el Agua y el Fuego.
Cuando el Jing deja de nutrir suficientemente al cerebro, en general se constatan pérdi­das de memoria, dificultad para la concentración, vértigos, una sensación de «debilidad cerebral», mal sueño y mal funcionamiento de la psicomotricidad.
El riñón gobierna el crecimiento y el desarrollo.
El Jing almacenado en los riñones dirige las diferentes etapas del crecimiento, del desarrollo, de la reproducción y de la vejez. Estas etapas se reparten en ci­clos de ocho años en el hombre y de siete años en la mujer.
Si el Jing transmitido por los padres es insuficiente pueden surgir problemas desde el desarrollo embrionario o durante los primeros años de vida. Más ade­lante, la maduración sexual puede estar perturbada en la adolescencia, o la fun­ción genital en la adultez (disminución de la libido, impotencia, frigidez, eya­culación precoz, esterilidad, abortos espontáneos, partos difíciles...).
Si el Jing falla en los primeros momentos de la vejez, durante el período de decrecimiento, las señales habituales de agotamiento del Jing se aceleran: enca­necimiento y caída del pelo, caída de los dientes, sordera, dificultad para man­tenerse de pie y para caminar, memoria débil.
El riñón gobierna el Agua del cuerpo.
El riñón propiamente dicho es Yin, y es de la naturaleza del elemento Agua (uno de las 5 energías o elementos). Por eso gobierna el agua del cuerpo, es la fuente de los líquidos orgánicos y recibe los líquidos uri­narios licuados por los pulmones antes de bajar hacia él. La raíz Yang del riñón extrae entonces de estos líquidos lo que todavía puede ser reciclado y vuelve a subir hasta el pul­món, ayudando de paso al bazo a hacer lo mismo con la primera selección de los alimentos sólidos. Mientras tanto su raíz Yin elimina la orina por la vejiga.
Si esta función está perturbada ( llamada rebeldía de energía), pueden manifestarse trastornos asociados con, un exceso de orina (poliuria, po­laquiuria) o, al contrario, con una insuficiencia en la mic­ción (oliguria, anuria, edemas, sofocación, ahogo...).
Recordemos que los riñones reciclan el agua del cuerpo filtrando la totalidad de la sangre cincuenta veces al día. 
¡Esto representa el paso de aproximadamente ciento ochen­ta litros de líquido por el filtro renal cada veinticuatro horas!
El riñón gobierna la recepción del CHi
El pulmón envía simultáneamente los líquidos y la energía hacia la parte infe­rior del cuerpo. El riñón asiste al pulmón en su tarea ayudando en el proceso res­piratorio. Si la respiración es amplia y armoniosa, el aire penetra a fondo. Se dice entonces que el riñón ayuda a la recepción del Chi. De este modo, se con­vierte en la «raíz del Chi», mientras que el pulmón constituye «la base del Chi». Una perturbación de esta función del riñón puede alterar la respiración y provo­car el asma crónica.
La práctica regular de una respiración amplia y profunda (practica de Chi Kung o Yoga) contribuye a for­talecer esta función, lo que mejora el funcionamiento renal y previene las cri­sis de asma.
El riñón se abre en los oídos y se manifiesta en el cabello.
El órgano de los sentidos relacionado con el elemento Agua es el oído. El riñón gobierna la audición. Con la edad, a medida que el Jing se agota, la audición dis­minuye, razón por la cual las personas mayores oyen menos.

Como aplicar Reiki para aumentar la energía del Riñón.

En base a todas las explicaciones anteriores es muy importante en todas las terapias Reiki hacer llegar energía Reiki a los Riñones y sobre todo cuando hay depresión o depresión con pánico ( baja energía del Riñón). Hay que hacerlo de tres maneras: a) En primer lugar dar Reiki al mismo tiempo en el Mig Men (portal de la vida), que está situado entre la 2º y 3º vertebras lumbares, en el hueco de la curvatura de los Riñones y en los Shen Shu (la infusión de los Riñones). b) En Tai Xi (el canon supremo) que se encuentra en la parte interna del pie cerca de los talones y por ultimo c) Yong Chuan (El Manantial bullente) en el centro de la planta del pie punto Riñón 1.




Bibliografia: Enciclopedia del cuerpo humano
Los secretos de la fitoterapia de China por  El gran libro de la Medicina China de Li Ping

jueves, 2 de mayo de 2013

LA LEY DE LA INTENCIÓN Y EL DESEO



(Tomado de “Las 7 leyes espirituales del éxito – Deepak Chopra)

El acto de dirigir la intención sobre el objeto de la atención desencadenará una infinidad de sucesos espacio temporales orientados a producir el resultado buscado, siempre y cuando que uno cumpla las otras leyes espirituales del éxito. Esto se debe a que la intención, dirigida sobre el campo fértil de la atención, tiene un infinito poder organizador.

Infinito poder organizador significa poder para organizar una infinidad de sucesos espacio-temporales, todos al mismo tiempo. Vemos la expresión de este infinito poder organizador en cada hoja de hierba, en cada flor de manzano, en cada
célula de nuestro cuerpo. Lo vemos en todo lo que vive.

En el orden general de la naturaleza, todo se conecta y se correlaciona con todo lo demás. Cuando la marmota sale de su madriguera subterránea, sabemos que se avecina la primavera. Las aves comienzan a migrar en cierta dirección en
determinada época del año. La naturaleza es una sinfonía. Y esa sinfonía es orquestada en silencio desde el fundamento último de la creación.

El cuerpo humano es otro buen ejemplo de esta sinfonía. Una sola célula del cuerpo humano realiza cerca de seis billones de funciones por segundo, y debe saber lo que todas las demás células están haciendo al mismo tiempo. El cuerpo humano puede tocar un instrumento musical, matar gérmenes, hacer un bebé, recitar poesías y observar el movimiento de las estrellas, todo al mismo tiempo, porque el campo de la correlación infinita es parte de su campo de información.

Lo que es asombroso acerca del sistema nervioso de la especie humana es que puede gobernar ese infinito poder organizador a través de la intención consciente. En la especie humana, la intención no está fija o encerrada en una red rígida de energía e información. Tiene una flexibilidad infinita. En otras palabras, mientras no infrinjamos las otras leyes de la naturaleza, a través de nuestra intención podemos, literalmente, dirigir las leyes de la naturaleza para convertir en realidad nuestros sueños y nuestros deseos.

Podemos poner a trabajar para nosotros al computador cósmico, con su infinito poder organizador. Podemos ir hasta ese fundamento último de la creación e introducir una intención, y con sólo hacerlo, activar el campo de la correlación infinita.

La intención sienta las bases para el flujo fácil, espontáneo y suave de la potencialidad pura, que busca pasar de lo inmanifiesto a lo manifiesto. La única advertencia es que utilicemos nuestra intención para beneficio de la humanidad; pero eso es algo que sucede espontáneamente cuando uno está alineado con las siete leyes espirituales del éxito.

La intención es el verdadero poder detrás del deseo. La sola intención es muy poderosa, porque es deseo sin apego al resultado. El solo deseo es débil, porque en la mayoría de los casos es atención con apego. La intención es desear respetando estrictamente todas las demás leyes, pero en particular la sexta ley espiritual del éxito: la ley del desapego.

La intención, combinada con el desapego, lleva a una conciencia del momento presente centrada en la vida. Y cuando la acción se realiza teniendo conciencia del momento presente, su eficacia es máxima. La intención mira hacia el futuro, pero la atención está en el presente. Mientras la atención esté en el presente, la intención hacia el futuro se cumplirá porque el futuro se crea en el presente. Debemos aceptar el presente tal como es.

Aceptemos el presente y proyectemos el futuro. El futuro es algo que siempre podemos crear por medio de la intención desapegada, pero nunca debemos luchar contra el presente.

El pasado, el presente y el futuro son propiedades de la conciencia. El pasado es recuerdo, memoria; el futuro es expectación; el presente es conciencia. Por consiguiente, el tiempo es el movimiento del pensamiento.

Tanto el pasado como el futuro nacen en la imaginación; solamente el presente, que es conciencia, es real y es eterno. Lo es. Es la potencialidad para el mundo del espacio y el tiempo, la materia y la energía. Es un campo eterno de posibilidades que se experimenta a sí mismo en forma de fuerzas abstractas, trátese de la luz, el calor, la electricidad, el magnetismo o la gravedad. Estas fuerzas no están ni en el pasado ni en el futuro; sencillamente
son.

Nuestra interpretación de estas fuerzas abstractas hace posible que tengamos la experiencia de los fenómenos concretos. Las interpretaciones que recordamos de las fuerzas abstractas crean la experiencia del pasado, mientras que las que anticipamos crean el futuro. Ellas son las cualidades de la atención en la conciencia. Cuando estas cualidades se liberan de la carga del pasado, la acción en el presente se convierte en suelo fértil para la creación
del futuro.