AMOR y ODIO
Odio:
(Del lat. odĭum).
1. m. Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea.
La palabra odio no es ni mucho menos tan abundante como la pasión que la domina. Basta que nos fijemos en los “pecados capitales”: no figura el odio entre ellos, y sin embargo es mortífero; ninguno de los 7 le supera en capacidad de matar el alma de quien lo padece.
El que más se le acerca, la envidia, sólo cuando es muy profunda cae en la profundidad de los abismos del odio.
Odium odii (dativo y ablativo, odio; plural odia) es la palabra latina de la que hemos obtenido nuestro término odio. Es una palabra muy antigua, de cuyo origen no tenemos noticia. Ni siquiera tiene un campo léxico que nos permita situarla en un entorno.
El odio es sin duda la pasión más destructiva, el más potente motor de las guerras; más que la ambición y que la autodefensa, sin ningún género de dudas. Si se enfrentan dos bandos: el uno con el arma del odio, y el otro sin esa arma, es evidente que a efectos tácticos el primero cuenta con una gran superioridad moral (me refiero a la moral de combate).
Amor:
El amor (del latín, amor, -ōris) es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres.
Como concepto abstracto, el amor se considera normalmente un sentimiento profundo e inefable de preocupación cariñosa por otra persona, animal o cosa.
Incluso ésta limitada concepción del amor, no obstante, abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico, y hasta la profunda unidad de la devoción del amor religioso.
El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en las artes creativas (música, cine, literatura).
Desde el punto de vista de la Biología, parece estar relacionado con la supervivencia del individuo y de la especie; según algunos, no es privativo de la especie humana, y también pueden presentarlo otros animales capaces de establecer nexos emocionales.(fuente: Wikipedia)
Ahora bien, tenemos los conceptos de lo que es académicamente el odio y el amor, ahora comencemos con la relación existente entre ambos, esa línea infinitesimal que los separa y que nos permite sobrevivir como especie, o destruirnos.
El odio para que sirve? Es un sentimiento de violencia, que puede generar acciones violentas, se usa crear zozobra en una o varias personas hacia algún evento(s) o persona(s), es una arma utilizada en las guerras y/o en la política, pero es mas frecuente en otras áreas como la familia, la pareja, el trabajo.
Pues sí, en estas áreas se muestra más directamente y afecta a más personas de lo que creemos, somos seres básicamente emocionales y esto nos hace susceptibles de sentir esta emoción sea por parte nuestra o de otra persona. Lo que no nos damos cuenta es que, cuando sentimos odio, generamos un movimiento que comienza en nuestra psique y va inundando nuestro cuerpo físico hasta las células, y éstas al sentir la descarga, buscan protegerse como si fuese un virus que las ataca, y el cuerpo inicia un proceso de guerra contra algo desconocido, generando enfermedades tales como el cáncer.
Emocionalmente nos atrapa, y solo vemos lo que estamos emitiendo, se produce un ciego sentir y accionar, nos bloqueamos en todos los aspectos, y solo reaccionamos ante el evento o ante quien es el objeto de nuestro odio, cualquier sentimiento diferente es considerado más un ataque que una sanación y procedemos a ignorar e incluso atacar a la fuente de ese sentimiento diferente.
Es fácil caer en el odio, más fácil que amar, y cómo podemos redefinir esta emoción para que no nos haga daño? Cómo podemos sanarnos integrando esta energía y transformándola conscientemente? Estamos preparados para amar a la fuente emisora de ese sentimiento? Estamos preparados y dispuestos a asumir nuestra responsabilidad en nuestras emociones y sanarlas? Son tantas las preguntas y lo que importa es el movimiento, la respuesta, el cómo iniciar este proceso de sanación.
A mi entender, y esto es solo mi punto de vista, mi comprensión de lo que ha sido el trabajar esa emoción en mi vida, el inicio es hacerme responsable de lo que siento, no miraré a la fuente de mi sentir, solo me miraré a mí.
Comenzare a sanar lo que se mueve en mi ser, un excelente ejercicio es el hoponopono, la meditación de Vivi Cervera, al reconocer en mi ser este paso, alivia la carga y conscientemente puedo dar los siguientes pasos a mi sanación, fíjense, no estamos tocando al supuesto origen del odio, solo nuestro sentir.
Luego, si así lo deseas, escribe, desahoga todo lo que sientes, expresa todo aquello que te ha mostrado este sentimiento, y comienza a transformar cada palabra en su contrario, si escribes miedo reescribe amor, si escribes odio reescribe amor, y así vas sustituyendo todas esas palabras por la palabra amor.
No juzgues, solo deja que suceda, es un ejercicio de paciencia, tolerancia, compasión, hacia ti mismo y hacia el origen de tu sentir. Hazlo cuantas veces necesites hacerlo, cada vez irás descubriendo cosas en ti, que tenías ocultas y éste es el mejor momento para limpiarlas.
Has dado un grandísimo paso! Sigue enfocándote en tu Ser Interior, tu paz y tu salud bien lo merecen!
Ahora viene la parte más compleja; escribe frases amorosas acerca del origen de tu sentimiento, toma todo el tiempo que requieras,
Acuérdate de algo: seguimos siendo seres emocionales y podemos recaer, y está bien, lo importante es recuperarse, es seguir insistiendo amorosamente en tu propia sanación.
Una frase que me cautivó la conseguí en internet y es de una niña de once años, le preguntan que es el amor:
“Un conjunto de sentimientos hacia una persona. El amor no tiene que ser necesariamente hacia tu pareja, puedes amar a tus amigos, a tus mascotas, a tu familia, etc. El amor es algo elemental en una persona: si en una persona no hay amor, es como si le faltara algo, como un pedacito de su ser.”
María del Mar Pulido. 11 años.
Y eso es! Cuando odiamos que sucede?, nos falta ese pedacito fundamental de nuestro ser, nos volvemos incompletos, y enfermamos.
Y puedo asegurarte que el origen se mantiene igual, le damos inconscientemente más fuerza, le entregamos nuestra energía; lo que se requiere es el valor para hacer lo contrario, es para amar a pesar de, es simplemente generar el sentimiento de amor en nosotros, no necesitamos ver el resultado en el otro extremo, solo en el nuestro y el cambio es maravilloso! Nos volvemos luminosos, alegres, nuestra energía se incrementa positivamente, hemos dado un salto cuántico de amor.
Y lo sorprendente de todo este movimiento es que sólo hemos trabajado en nosotros, y al estar empoderados, el origen de nuestro sentimiento negativo se diluye, pierde fuerza y poder, se va desintegrando porque el amor es pura luz, y donde llega prevalece. Y por tanto, nuestro entorno cambia también, comenzamos a vibrar en una frecuencia diferente, y por ende, nos conseguimos con seres y situaciones igualmente amorosos, que valida y fortalece nuestro campo de información y nuestra salud integral.
Es la Ley de Atracción funcionado en su ilimitado poder, y al estar en un entorno donde la luz y el amor predominan, todas tus acciones y sentimientos se alimentan y los resultados son acordes a lo que estas emitiendo, tu vida personal mejora y tus relaciones también.
Es posible, incluso, que situaciones o personas desaparezcan por completo de tu vida y aparezcan nuevas energías que están conectadas a quien eres ahora, porque si, tu cambiaste, tu evolucionaste, tu transformaste tu ser en uno nuevo, diferente, amoroso e iluminado.
Te doy las gracias por estar en mi historia, y me honra que me permitas estar en la tuya, esto nos permite liberarnos mutuamente, en amor y luz.
Si estas palabras vibran contigo, eres libre de usarlas y reenviarlas, modificarlas, siempre manteniendo el respeto y el amor como premisas, y honrando de donde vinieron en primer lugar,
Te miro, te honro, te amo, tienes un lugar en mi historia, por ser quien eres...
Namaste
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