domingo, 9 de septiembre de 2012

A quién o qué las personas están siendo leales sin darse cuenta?

A quién o qué las personas están siendo leales sin darse cuenta?

A nadie le gusta sufrir conscientemente.

Somos producto de todas las interacciones que realizaron nuestros ancestros, hasta llegar a los más recientes que son nuestros padres. Ellos son, junto con otras personas, los que marcan los primeros años de nuestra vida; nuestros padres, abuelos, tíos, la escuela, la religión, la autoridad, van marcando diversas pautas de cómo vivir en la sociedad donde nos encontramos, a este sistema le somos fieles! Por lo menos al principio…

Que motivación existe para cambiar algo que, supuestamente funciona, por algo que ni siquiera sabemos existe? Estamos en una especie de montaña rusa, donde las vías seguras están llenas de “deberías” y las otras vías te muestran una intención de cambio pero que está en un túnel oscuro.

Cuando asumimos el cambio para hacer otra forma de vivir, entonces nos lanzamos al túnel, y a sabiendas que no conocemos el recorrido, seguimos adelante. Cada paso al principio es a tientas, pero en la medida que avanzamos, nuestra visión se va adaptando al entorno y comenzamos a mirar con mayor nitidez! Nuestro objetivos se va mostrando al final del túnel de manera precisa y cada paso nos fortalece para alcanzarlo; cuando somos leales a alguien o a algo, ni siquiera vemos la entrada del túnel y si nos topamos casualmente con ella, nos “hacemos los tontos” y miramos a otro lado o simplemente no miramos.

Nos hacemos leales por repetición de patrones y/o por convicción, somos leales a una creencia de vida, sea cual sea, y esto nos da pautas para recorrer nuestro camino, también somos impulsados por una energía primal que nos dice: “…puedes hacerlo diferente…” y esto sucede cuando estamos ocupando un lugar que no es el nuestro, la fidelidad se convierte en dolor, en una herida que se va mostrando poco a poco y que no se sana hasta que nosotros podamos mirarla con amor y ordenar su energía donde corresponda, entregando esta fidelidad y liberándonos de su implicación en nuestra vida.

Desde ese momento de liberación, nuestro camino se endereza, se convierte en un jardín de posibilidades para experimentar, nos hacemos grandes y podemos caminar firmemente, mostrándonos como somos a los demás, tomando todo lo que nos da nuestro sistema y haciendo nuestro recorrido en grande, siempre honrando a quienes antes que nosotros tuvieron la fuerza de abrir el camino.

Cada paso es gigante, en amor y sanación y, siempre se nos presentan las energías potenciales para mejorar, para engrandecer nuestro ser vital, en ellas nos recostamos y con el fluir del movimiento, nos volvemos seres en constante evolución.


Te invito a mirar tu vida y, si así lo precisas, hacerlo de manera diferente, eres el ser humano perfecto aquí y ahora, y lo que decidas está bien…

No hay comentarios: